Con pancartas, pitos, volantes y consignas varios miles de trabajadores activos y jubilados, y también los pensionados, se movilizaron para ratificar su decisión de luchar por un salario y una pensión iguales al costo de la canasta básica
Con un ramo de bofe en las manos, el enfermero José Antonio Cádiz se plantó cerca de uno de los cordones policiales que rodearon la marcha de pensionados y trabajadores activos y jubilados para recordarles a los funcionarios que su salario también es exiguo.
La protesta que este 23 de enero salió de Plaza Venezuela para llegar a Parque Carabobo volvió a reunir a miles de personas descontentas.
Todos caminaron para exigir un salario y una pensión acordes con el costo de la canasta básica; algunos se movieron para ratificar la situación de derechos humanos en Venezuela, y otros lo hicieron para solicitar un cambio de gobierno y la salida del Presidente Nicolás Maduro.
En el asfalto caraqueño se encontraron con pitos, pancartas, volantes y hasta tapas de ollas. Un salario mínimo de 130 bolívares (menos de ocho dólares al mes), y una pensión del mismo monto han atizado la molestia de activos y jubilados. El sueldo no permite cubrir ni el traslado a los centros de trabajo.
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